jueves, 3 de enero de 2019

Conexión chilena con atentado AMIA


A mediados de 2013, el fiscal Alberto Nisman  envió un informe secreto de más de 500 páginas  a la Corte Suprema de Chile con datos sobre la supuesta conexión de ese  país con el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina, en 1994.
El texto se refería a la supuesta relación de Chile con el atentado donde fallecieron 85 personas en julio de 1994, en Buenos Aires.
En 12 páginas del documento, según consigna The Clinic, se detalla el vínculo de agentes secretos iraníes con chilenos que practican el islamismo en al menos dos ciudades chilenas: Santiago y Temuco.
Durante la investigación del caso, el fiscal Nisman apuntó en reiteradas oportunidades que el responsable del atentado sería el agregado cultural iraní en Buenos Aires, Mohsen Rabbani, quien viajó a Chile en siete oportunidades entre 1992 y 1997.
Rabbani, señala el informe, generó vínculos con instituciones islámicas en Chile, con quienes no sólo compartía conocimiento sobre el islam radical, sino que también financiaba la masificación de esas ideas en Santiago y Temuco.
El Fiscal Nisman aseguró también  que se habría sacado dinero de Buenos Aires, Tucumán y la "triple frontera", para enviarlo a Chile y construir la mezquita en Santiago.
Estos datos fueron entregados por la Jefatura de Inteligencia Policial de la PDI, a mediados de 2013, a la Agencia Nacional de Inteligencia de Chile (ANI), quien, a su vez, compartió el informe con su par trasandino, la Secretaría de Inteligencia de estado (SIDE).
Alberto Nisman habría descubierto también  actividad iraní en suelo nacional  chileno que tiene relación con el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
El documento indica: En efecto, en el mes de marzo de 1994, a escasos cuatro meses de que se produjera el ataque, Mohsen Rabbani, pese a que se hallaba destinado en el país (Argentina) desde 1983, fue investido con estatus diplomático, adquiriendo la consiguiente inmunidad. Del mismo modo, el 30 de junio de 1994, a tan sólo 18 días del hecho, el embajador Haidi Soleimanpur, dejaba el país desde el aeropuerto de Ezeiza; pocos días después, el 8 de julio lo haría -intempestivamente y pese a tener desde marzo de 1994 pasajes reservados para el mes de octubre- el tercer secretario de la embajada Ahmad Reza Ashgari. Lo propio harían los embajadores de la república islámica en Chile y Uruguay, quienes embarcaron en el mismo vuelo con destino a la ciudad alemana de Frankfurt”, consigna The Clinic.
.El persecutor argentino sostiene que Seyed Yousef Arabi, presunto jefe del espionaje iraní (MOIS) en Chile desde junio de 1992, se desempeñaba en la delegación diplomática como “Encargado de Asuntos Consulares”.
"Este viaje en forma aislada no hubiese llamado la atención, también es significativo, ya que en ese tiempo (próximo al atentado contra la sede de la AMIA) arribaron a la Argentina agentes iraníes procedentes de otros países. Efectivamente, en junio de 1994 se encontraban en el país funcionarios iraníes apostados en Alemania, Irán y Uruguay; luego en julio estuvieron funcionarios destacados en Brasil, Irán y Uruguay", se lee en el informe.
Agrega que Mohammad Javad Sayech Zarchi, segundo jefe del Departamento América de la Cancillería Iraní, se desempeñó como “encargado de negocios” en la embajada de ese país en Chile desde 1992.
"En definitiva, de lo hasta aquí expuesto, se desprende que las actividades desplegadas en la República de Chile por el régimen iraní a través de su principal ejecutor de la política de exportación de la revolución, Mohsen Rabbani, presentan puntos en común con las comprobadas en Argentina desde su arribó en 1983 (instalación de centros culturales y mezquitas a efectos de su manejo dual, financiación de actividades y de la propaganda y difusión y postulados de la revolución iraní, captación de nacionales para su instrucción y utilización en puestos de dirección de dichas instituciones, contacto fluido con la representación diplomática iraní, donde lamentablemente concretó su nefasto propósito, al punto de haber transformado esa red de inteligencia en uno de los eslabones necesarios para la concreción del atentado contra la AMIA”, concluye Nisman.
Nisman solicitó a la justicia chilena, en noviembre de 2011, información sobre nueve participantes en el atentado, además de pedir el congelamiento de bienes de nueve iraníes.
Los buscados por el fiscal eran:
Alí Akbar Hashemi Bahramaie Rafsanjani, clérigo iraní que fue presidente de ese país desde 1989 a 1997.
Alí Fallahiján, ministro de inteligencia entre 1989 a 1997.
Alí Akbar Belayati, canciller desde 1981 a 1997.
Mohsen Rezai, jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución entre 1993 a 1994.
Ahmad Vahidi, entonces ministro de Defensa iraní.
Mohsen RabbaniTayabeh ZohreAhmad Ashgari Hadi Soleimmanpour.



Nota completa extraída de 
-  www.24horas.cl 
https://www.24horas.cl/internacional/investigacion-de-alberto-nisman-revelo-conexion-chilena-con-caso-amia-1561153#
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